En su juventud no se interesó ni por los negocios de su padre ni por los estudios. Se dedicó a gozar de la vida sanamente, sin malas costumbres ni vicios. Gastaba mucho dinero pero siempre daba limosnas a los pobres. Le gustaban las románticas tradiciones caballerescas que propagaban los trovadores.
¿Qué nos enseña la vida de San Francisco?
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Publica: Coordinación de Prensa y Comunicaciones Canal Cristovisión
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