A través de una carta, el Papa Francisco se dirigió a todos los líderes políticos y empresariales del mundo que están reunidos hasta el 19 de enero en Davos, Suiza.
En el documento, el Obispo de Roma indicó que el mundo está cada vez más amenazado por la violencia, la agresión y la fragmentación, destacando que es esencial que los Estados y las empresas se unan para promover modelos de globalización con visión de futuro y éticamente sólidos.
De igual modo detalló que el mundo está cada vez más lastimado, donde millones de personas, hombres, mujeres, padres, madres y niños siguen sufriendo por los efectos de conflictos prolongados y de guerras abiertas, indicando que estos hechos se ven agravados por las guerras modernas las cuales, no tienen lugar sólo en campos de batalla definidos, sino que ahora es por la ganancia económica de las multinacionales.
A los representantes de los países del mundo, les encomendó que las estructuras intergubernamentales puedan ejercer eficazmente sus funciones de control y orientación en el sector económico, para garantizar el logro de esa igualdad que es la base del derecho de todos a participar en el proceso de pleno desarrollo, con el debido respeto a las diferencias legítimas.